El único evangelio que narra sobre la adoración de los Magos de Oriente, es el Evangelio según San Mateo.
Y aunque pensamos que fueron tres, lo cierto es que no viene reflejado el número, se deduce por los presentes que entregaron:
Oro, símbolo de la realeza de Jesús
Incienso, símbolo de divinidad
Mirra representando a Dios hombre ,se utilizaba para embalsamar a los muertos por lo tanto fue un preludio de su Pasión y Muerte.
Tres también es un símbolo de máxima armonía pero también desde punto de vista teológico representa la Trinidad.
Los tres reyes se interpretó con las tres partes del mundo conocido en aquél tiempo:
Europa, Asia y áfrica y más tarde se relacionó con las tres edades de la vida del hombre, juventud , madurez y vejez.
Aunque fueron sabios, se les atribuyó el título de Reyes por los textos de las Sagradas Escrituras.
«Los reyes de Tarsis y de los pueblos lejanos les traigan presentes
que los monarcas de Arabia y de Sabá le hagan regalos » Salmo 71
«Caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora» Isaías 60, 1-6
Tuvieron que tener grandes conocimientos de las Sagradas Escrituras para interpretarlas a través del fenómeno astrológico que tuvo lugar como anuncio de la llegada del «Rey de los Judíos».
Ciertamente se trató de una conjunción astral de los planetas Júpiter y Saturno en el signo zodiacal de piscis, la teoría más acertada de tantas por parte del astrónomo Johannes Kepler
Teniendo en cuenta que en la antigüedad Júpiter simbolizaba un rey y Saturno simbolizaba el cambio de era.
Un acontecimiento que tuvo lugar en los años 7-6 a.C. considerando este el verdadero periodo del nacimiento de Cristo.
Tomando de igual forma el contexto histórico de cuando se produjo la muerte de Herodes el Grande( 4 a.C.),
Mateo narra en su evangelio:
» Jesús nació en Belén, un pueblo de Judea , en tiempo del rey Herodes»
La aparición de una estrella estaba ya asociada a la llegada del Salvador en las Sagradas Escrituras, en el Libro de los Números atribuida al profeta Balaam
» Una estrella sale de Jacob, un cetro surge de Israel» .
La antigua tradición cristiana cuenta que Santo Tomás tras la Resurrección de Cristo habría ido a buscar a los Magos a Oriente llegando a nombrarles Obispos, transmitieron la fe y murieron martirizados, sus restos habrían sido recuperados por Santa Elena y llevados a Constantinopla posteriormente trasladados a Milán hasta llegar a Colonia en la Catedral donde se conserva en un relicario sus posibles restos.
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