Parroquia de la Purísima Concepción

En 1810, con la invasión francesa, la hermandad abandona el Convento de los Mínimos y se traslada a la capilla sacramental que había terminado de construirse en 1798 en la parroquia de la Purísima Concepción, obra del arquitecto Fernando de Rosales, instalando allí los Trianes el altar que poseían en el referido convento.

Desde hace más de dos siglos, el pueblo de Huelva venera con profunda fe a Jesús Nazareno y la Virgen de la Amargura en la capilla anexa a la fábrica del templo parroquial. El retablo, de madera dorada en el que las imágenes eran veneradas, aparece en varias fotografías que conserva el archivo de la hermandad. Estaba organizado en tres cuerpos, el primero para el banco del retablo, el segundo en el que las hornacinas albergaban a las imágenes, y el tercero el ático que remataba el mueble. La calle central, más ancha y alta que las laterales, estando separadas por sendas pilastras adosadas, decoradas con ornamentación vegetal al igual que el resto de la obra. 

Así se mantuvo la capilla hasta la noche del 20 de julio de 1936, en el que la capilla y parroquia es incendiada, desapareciendo casi todo el patrimonio. Tras estos sucesos, la capilla es nuevamente reconstruida a expensas de la hermandad y los múltiples donativos de los devotos, demostrando una vez más el pueblo de Huelva su fiel amor al Señor. Las nuevas imágenes titulares son trasladadas a la nueva capilla el 23 de noviembre de 1939, bendiciéndose la construcción el día 26 del mismo mes. 

La capilla de planta rectangular abierta a la parroquia por un gran arco toral, responde a los modelos tardo-barrocos que debió de tener en su origen. Cuatro pilares ordenan el espacio de la construcción, que, sobre pechinas soportan la cúpula de medio casquete que cobija a la sagrada imagen de Jesús Nazareno sobre el pabellón de mármol. En los arcos laterales, se adosan sendos espacios rehundiendo los arcos torales, y en los que se abren hornacinas de mármol para albergar las imágenes de María Santísima de la Amargura y San Juan Evangelista. 

El aspecto actual de la capilla se remonta a 2007, tras la restauración del templo durante ocho años, por los daños causados en la construcción de un aparcamiento subterráneo en la parcela colindante con la parroquia

Con anterioridad, la disposición del espacio y las imágenes era similar al actual a partir del año 1950, en el que la capilla sufre un incendio fortuito el 19 de abril. El primer altar de mármol sobre el que se encontraba la sagrada imagen del Señor, fue sufragado por D. José Manuel Romero Bernal, párroco de la Purísima Concepción y ferviente devoto del Nazareno. En 1975 se realiza otra reforma, y con tal motivo se encarga una nueva peana, baquetón y guirnaldas de orfebrería a Juan Borrero para el altar del Señor, y se reforman los camarines laterales para la Virgen y San Juan. Estos se enriquecen añadiéndose sendas liras en los laterales, escudos en el remate del arco de medio punto, capiteles para las pilastras, y una cúpula estriada invertida compuesta de hojas de acanto como base del conjunto, todo ello realizado en madera tallada y dorada por D. José Díaz, luciendo de esta forma como hasta el año 2007. 

Flanqueando el altar Señor, se encuentran sendas pinturas de los patrones de Huelva, Nuestra Señora de la Cinta y San Sebastián, realizadas por D. Juan Padilla en la década de 1940, uniendo de esta forma las devociones de la ciudad de Huelva. A su vez, frente a estos, podemos encontrar dos titulares de nuestra hermandad, la imagen de San Francisco de Paula, y la Santa Cruz de Jerusalén, obra del siglo XVIII. Para finalizar, en los arcos que anteceden los espacios de la Virgen y San Juan, se pueden apreciar sendos cuadros de Santa Ángela de la Cruz y Beato Marcelo Spínola, respectivamente, ambos muy ligados a la historia y devoción de nuestra corporación. 

La capilla de la hermandad se encuentra construida anexa a la parroquia de la Purísima Concepción. El templo parroquial es considerado el primero de España consagrado a la advocación de la Inmaculada Concepción levantado en 1515 sobre unos terrenos donados por Cristóbal Dorantes.

El aspecto exterior corresponde a las formas barrocas tras el terremoto de Lisboa de 1755 y otro menor ocho años después, en el que se desploman algunos muros y la torre, correspondiendo las trazas actuales a la mano de Pedro de Silva y Antonio de Figueroa y Ruiz en la reconstrucción de la nueva torre, junto a Andrés y Pedro de Silva, y Lázaro Rodríguez Portillo. Es ya a finales del siglo XVIII, cuando Fernando de Rosales levanta la capilla del Sagrario, que como hemos mencionado anteriormente, ocuparía la hermandad doce años más tarde. 

La fachada principal responde a una portada-retablo, en el que parejas de columnas flanquean la puerta principal y ordenan el espacio del primer cuerpo con sendas hornacinas que acogen a San Pedro y San Pablo, siendo este cuerpo, rematado por el segundo de una sola calle con una hornacina con la imagen de la Purísima. En la misma fachada, respondiendo a las naves de la epístola y del evangelio, podemos encontrar el azulejo del Nazareno, fábrica de Ruiz de Luna e Hijos de Talavera de la Reina, realizado en 1927, el primer azulejo devocional en las calles de Huelva, y respectivamente el de la Inmaculada Concepción obra de Mensaque de 1939. 

El interior del templo responde a un edificio de tres naves, la central más ancha y alta que las laterales, y en cuya cabecera se abren capillas absidiales. Las naves están separadas por tres arcos de medio punto que rebajan los arcos apuntados originales. En los pilares que separan las naves, más cercanos a la capilla mayor, se pueden contemplar dos lápidas conmemorativas, la más antigua en recuerdo de la batalla ganada a los turcos por el capitán Andrés Garrocho el 16 de julio de 1537, realizada en mármol blanco, y la otra en recuerdo de la víctima de la persecución religiosa en agosto del año 1936, el sacerdote José Páez Hernández.

La nave central se cubre con bóveda de cañón con lunetos y arcos fajones, mientras que las naves laterales, presentan bóvedas de arista incompletas, por expreso deseo del arquitecto y la consejería de cultura de la Junta de Andalucía en la restauración entre 1999-2007. Dichas naves, son iluminadas a través de las vidrieras repartidas en los paramentos murales, realizadas por La Veneciana en 1939, y la dedicada a San Alfonso María de Ligorio obra de Santa Rufina en el año 1968. El acceso al templo se realiza a través de dos puertas, la principal que da acceso a un nártex con cancel, y la lateral, frente a la capilla de nuestra hermandad. 

En los paramentos murales de la parroquia, se levantan distintos altares en la nave del Evangelio entre los que se encuentra el de la hermandad de la Oración, el altar del Sagrado Corazón de Jesús, una fastuosa talla de Sebastián Santos Rojas de 1939, retablo de San José, imagen obra de Enrique Pérez Comendador y retablo obra de Miguel Hierro en 1945 dorado por Enrique Gómez del Castillo, de la Virgen del Rocío tallada por Sebastián Santos Rojas en 1936, el retablo de la Virgen de la Soledad, y el de la cofradía de la Santa Cruz. En la nave de la Epístola, se encuentra la hermandad del Carmen, el retablo de la Virgen del Perpetuo Socorro, tallado por Miguel Hierro Barreda en 1954, sendas hornacinas de San Luis Gonzaga y San Antonio de Padua que flanquean nuestra capilla, a continuación el retablo de la Virgen del Carmen, realizada por Agustín Sánchez Cid, y por último el que alberga la titular de la hermandad de la Inmaculada.

 

Escudo Hermandad del Nazareno de Huelva

Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Amargura | Huelva

Casa Hermandad

Calle Virgen de la Amargura 1, Huelva

Horario

De lunes a jueves de 18:30h a 20:30h