Paso de Palio de María Santísima de la Amargura
Hace dos siglos, en el primer tercio del siglo XIX, encontramos la primera referencia que se tiene en la hermandad del primer palio para María Santísima de la Amargura, que ha evolucionado desde entonces hasta lograr el personalísimo y clásico paso de palio, que conforma una de las señas de identidad de nuestra cofradía y de la Semana Santa de Huelva.
Juan Manuel Rodríguez Ojeda, Fernández y Enríquez y Jesús Rosado
Jesús Domínguez, Ramón León, Juan Borrero, Seco Velasco y Fernando Marmolejo Camargo
Las caídas del paso de palio son el germen del altar procesional de la Santísima Virgen. Son las piezas bordadas más antiguas que conserva la hermandad, realizadas por el taller de Juan Manuel Rodríguez Ojeda en oro fino en 1927 y estrenadas en 1928, destacan las guirnaldas de flores y hojas que separan los roleos y hojas de la cornisa, con las hojas de acanto y tallos de la parte inferior. Fueron pasadas a un nuevo terciopelo entre 1991-1992 por las HH. Oblatas, siendo los interiores obra de los talleres de Fernández y Enríquez a semejanza del dibujo juanmanuelino realizados en 1994 en oro fino sobre terciopelo del mismo color.
El techo de palio ejecutado en el taller de Brenes en el año 1993, sigue el dibujo realizado por los directores de éste, con líneas barrocas y representando en el gloria a la Virgen de la Cinta, con carnes en marfil, siendo esta la primera vez que se plasmaba en un techo de palio a la imagen mural de la Patrona. Entre los años 2022 y 2023, con motivo de la Coronación Canónica de la Santísima Virgen, los bordados de Ojeda fue restaurados por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, y los interiores y techo, se enriquecieron en el taller de Jesús Rosado, estrenando también nuevos caireles y cordones.
La orfebrería que compone el paso ha sido realizada por varios maestros orfebres. La peana fue cincelada por Jesús Domínguez en los años sesenta del pasado siglo a la par que el juego de doce jarras. La candelería es obra de Juan Borrero, realizada y estrenada en 1987. Los varales con cuatro capillas en cada basamento y en estas, ángeles y jarras con azucenas, fueron ejecutados por Ramón León en 1988 siendo estrenados en ese mismo año, labrando durante 1990 y 1991 los respiraderos.
En cada uno de ellos se encuentra una capilla central con un relieve labrado con escenas de la vida de la Santísima Virgen. En el delantero la Inmaculada Concepción, en alusión a la titular de nuestra parroquia y en nuestra defensa del Dogma, siendo los laterales la Asunción de Nuestra Señora a los Cielos y la Natividad de la Santísima Virgen. Estas escenas ordenan el espacio, los paños copados de ornamentación vegetal y parejas de ángeles sobre tritones en cada uno, están separados por columnas corintias exentas. Los candelabros de cola, de gran tamaño y factura, fueron también elaborados por este último orfebre, con 13 puntos de luz cada uno, estrenándose en el año 1989.
Mención especial requieren los faroles entrevarales, cincelados por Seco Velasco en la década de 1960, reformados por Ramón León en los años 80. Estos faroles flanquearon el crucificado de marfil de la S.I.C. de la Merced que presidió el altar de la misa pontifical oficiada por San Juan Pablo II en su visita a Huelva en 1993, apoyándose el Santo Padre en el derecho. Por estos motivos, fueron grabados los escudos de su pontificado en los cristales.
El manto procesional fue bordado en oro fino a realce sobre terciopelo azul por el taller astigitano de Jesús Rosado, bajo diseño del cordobés Rafael de Rueda, tomando como referencia los bordados juanmanuelinos, creando así un armonioso conjunto. Los trabajos comenzaron en 2018 estrenándose en 2021. Esta pieza es rematada por un encaje de bolillos , tejido por Alfonso Aguilar de forma artesanal, con 18 metros de largo en una única pieza, con doble espiga de hilo de hojilla.
El paso de palio es completado con el juego de faldones, realizados con diseño y ejecución de los anteriores maestros artesanos, el delantero en 2016 y los laterales y trasero en 2022. Una cartela central realizada en milanés de seda, organiza el espacio, y sendas jarras con flores lo flanquean. En dichas cartelas se completa el programa iconográfico del paso de palio, tomando los lienzos de artistas de primera línea entre el siglo XVI y XVII como modelos pictóricos que se encuentran en la Sala Grande de la Scuola Grande di San Rocco de Venecia, Museo de Bellas Artes de Sevilla y el Museo de Capodimonte de Nápoles respectivamente. Estas piezas tienen una lectura consecutiva, comenzando en el costero izquierdo con la III estación del Vía+Crucis “La subida al Calvario” obra de Tintoretto, continuando en el frente con “La Virgen con las tres Marías y San Juan, camino del Calvario” obra de Juan de Valdés Leal, finalizando en el costero derecho con “El encuentro de María Santísima y San Juan Evangelista con Jesús”, obra de Giovanni Battista Caracciolo.
En el frontal del paso, se aprecian cuatro relicarios de plata de ley, en los que se veneran las reliquias de los cuatro santos con los que nuestra corporación tiene especial relación. Santa Ángela de la Cruz y Santa María Madre de la Purísima de las que sus religiosas son Camaristas Honorarias de la Virgen de la Amargura; San Manuel González, devoto de Jesús Nazareno ante el que oró en multitud de ocasiones y ante el Sagrario que se encontraba a sus pies. Por último, San Antonio María Claret primer hermano santo de una cofradía, entregada por parte de la Primitiva Cofradía de Nazarenos de Sevilla, de la que nuestra hermandad es la primera agregada desde 1797.
En la calle central, una imagen de la Virgen del Rocío, cincelada por Fernando Marmolejo Camargo en plata de ley. Dicha imagen se encuentra entronizada sobre una cartela con un relieve de la Anunciación de la Santísima Virgen.