
El pasado viernes, 12 de septiembre, festividad del Dulce Nombre de María fue bendecido el simpecado de nuestra hermandad en la Real Iglesia de San Antonio Abad de Sevilla, sede canónica de la Hermandad del Silencio, a la que fuimos la primera corporación agregada en 1797.
Al finalizar la Santa Misa el sacerdote bendijo esta nueva obra, en presencia de un nutrido grupo de hermanos que se desplazaron para acudir a este histórico día.
Para finalizar, la Primitiva Archicofradía cedió a nuestra hermana mayor realizar el ejercicio del rezo de las Cinco Llagas a Jesús Nazareno, siendo ello un notable detalle que nos une en la acendrada devoción a esta milagrosa advocación.
Desde estas líneas la junta de oficiales de gobierno desea trasladar su más sincero agradecimiento a esta querida hermandad por su disposición, cercanía y hospitalidad con nuestra corporación, favoreciendo con ello a recordar para la posteridad una señalada y feliz jornada.