El Convento de la Victoria, de la Orden de los Mínimos, vio nacer en el s.XVI a la Hermandad del Nazareno
La historia de la hermandad del Nazareno se inicia ligada a la orden de los Mínimos de San Francisco de Paula y a la casa de los Medina-Sidonia
Así el 22 octubre de 1582, el Duque de Medina-Sidonia, D. Alonso Pérez de Guzmán el Bueno, remite al Consejo de la Villa de Huelva un escrito con el fin de que se le faciliten los trámites a la Orden de los Mínimos para fundar un convento de dicha congregación en nuestra ciudad, que se denominaría de Nuestra Señora de la Victoria. Un año después, en 1583, la orden ya erige su primera sede en el remate de la calle Puerto. Es entonces cuando se funda la Hermandad del Nazareno de Huelva. Una década después, debido a la insalubridad del terreno, se trasladan a una zona más alta de la misma calle, con lo que la hermandad establece también allí su nueva sede. Allí permanecería hasta principios de siglo XIX, en que pasaría definitivamente a la Parroquia de la Purísima Concepción.
En el periodo en que permaneció en el Convento de la Victoria, se establece una estrecha unión entre la Comunidad de San Francisco de Paula y la Hermandad. Así, en 1635 siendo hermano mayor Gaspar Díaz, la Hermandad labra altar en su capilla con derecho a sepultura, al mismo tiempo que se da constancia del acompañamiento de la comunidad a la cofradía durante su Estación de Penitencia el Viernes Santo. Estos eran también los encargados del Sermón en dicho día y también de celebrar misa cantada en el altar del Señor todos los domingos últimos de cada mes.
La primera referencia que tenemos de unas andas para el Señor son de 1698, año en que ante el escribano José Hernández Almonte firman para el dorado y estofado de un paso. Por parte de la hermandad lo hace el capitán Alonso Gómez Quintero, alcalde ordinario de la Villa de Huelva y por otra Juan Fernández, maestro de pintura. Rezando así: “…cuya urna es de madera y se ha de dorar y de estofar como dicha es todo lo labrado”.
En los estatutos de 1713 se hace constancia de la agregación de la Cofradía de Jesús Nazareno a los Mínimos, nombrándose hermano mayor perpetuo al Duque de Medina-Sidonia -a la vez Conde de Niebla-. Por entonces la hermandad celebraba Función Principal de Instituto el 3 de mayo, fiesta de la Santa Cruz. Consta también que la imagen del Señor portaba la llave del Sagrario el Jueves y el Viernes Santo, de ahí la denominación que se le daba al Señor como el “Guardián de la llave”.
Durante más de un siglo la hermandad estuvo íntimamente ligada a una de las familias más notables de la villa
En los siglos posteriores, XVII y XVIII, son muchas las mandas testamentarias en las que se nombra a la Hermandad del Nazareno como beneficiaria de donaciones hechas por numerosos devotos
En los años sesenta del siglo XVIII se inicia la relación con una familia, la de los Trianes, que desde estas fechas estaría muy ligada a la hermandad hasta finales del siglo XIX. En enero de 1760 D. Antonio Agustín Trianes, comerciante y vecino de Ayamonte, decide establecerse con su familia en Huelva, construyéndose una casa en la calle Puerto, frente al Convento de la Victoria. Su importancia en la ciudad de Huelva es notable, siendo nombrado el 16 de enero de 1766 D. Antonio Trianes alcalde del castillo y el 14 de octubre de 1771 hijodalgo.
En 1793 se le concede a D. José María Trianes, hijo de D. Antonio -que había fallecido el año anterior-, el patronato de la hermandad y la adjudicación de la capilla sagrario del convento de la Victoria, donde estaba la imagen del Nazareno. En este escrito de aceptación es donde también se nombran por primera vez a la Virgen de la Amargura y a San Juan Evangelista. Cuatro años después, en 1797, tiene lugar la agregación a la Hermandad del Silencio de Sevilla, siendo la primera en realizarlo.
La desamortización y cierre del Convento de la Victoria obligó a la hermandad a trasladarse a la Parroquia de la Purísima Concepción
Con la invasión francesa, en 1810, se produce el traslado de la Hermandad a la Parroquia de la Purísima Concepción, instalándose el altar de la familia Trianes en la capilla sacramental que había terminado de construirse en 1798.
La hermandad procesionaba por aquella época, y se supone desde sus principios, con cuatro pasos: Jesús Nazareno, la Virgen de la Amargura, la Verónica y San Juan Evangelista, celebrándose el Sermón del Viernes Santo en la plaza de San Pedro. Es precisamente a finales del siglo diecinueve cuando se deja de celebrar dicho sermón.
Durante los años 1856 a 1858, Marcelo Espínola, joven abogado preocupado por la precariedad de los más necesitados, reside en Huelva. Es durante sus visitas diarias al Sagrario de la Concepción, que se encontraba en la capilla de la hermandad a los pies de la imagen del Señor, cuando se confirma la vocación de tan ilustre religioso.
Ante la imagen del Nazareno, el Beato Marcelo Spínola confirmó su vocación
Debido a determinados comportamientos indecorosos durante la procesión, el arcipreste D. José María Cárdenas suprime la misma en 1877, pero la hermandad sigue haciendo Estación de Penitencia hasta 1892 según consta en los escritos enviados al Ayuntamiento, en los que se invita al mismo a la salida de la cofradía y se solicita ayuda económica y la asistencia de la fuerza armada para evitar cualquier tipo de altercado durante la procesión. Por esta época se conocía a la hermandad como “la del Paso” e incluso en algunos escritos se la denomina Hermandad de la Quinta Angustia de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
El nuevo siglo trajo consigo el impulso definitivo para sentar las bases de la hermandad que conocemos hoy en día
Tras un periodo en el que no se hizo estación de penitencia, aunque si se celebraron cultos en honor a Nuestro Padre Jesús Nazareno, en 1906 la corporación resurge con brío ligada al gremio del comercio
Lo hace de la mano de D. Roque Borrero Quintero, con el gran impulso del párroco D. Pedro Román Clavero y participando también, entre otros, D. Juan Cádiz y D. Manuel Siurot. En 1918 se redactan unos nuevos estatutos sufriendo la hermandad grandes reformas así como continuas adquisiciones patrimoniales. En los primeros años solo procesiona el Señor en el paso de la Sacramental de la Parroquia, pero en 1911 se estrena uno nuevo, adquirido a la Hermandad de la Coronación de Sevilla que no salió hasta el año siguiente.
En 1913, y en unas nuevas andas, sale por primera vez la Virgen en este siglo y por primera vez también va acompañada en el mismo paso por San Juan. Ese mismo año se adquiere un cirineo procedente también de la Hermandad de la Coronación y en 1922 una importante obra del bordado sevillano, un manto de la Hermandad del Patrocinio que había sido ejecutado en 1881 por las hermanas Antúnez. Es en 1928 cuando se estrena un nuevo palio, bordado en el taller de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, al mismo tiempo que se van ejecutando nuevas insignias.
En este periodo los cultos son impulsados de manera notable con la celebración de los Viernes del Nazareno, a cuya oración al Señor se le conceden las indulgencias por la Sagrada Penitenciaría en 1927, el Quinario y el Besapié, todo un referente de devoción en la ciudad y que se celebraba el Domingo de Ramos; además del Besamano de la Virgen, que se celebra el Viernes de Dolores y el Triduo de fin de año. En este mismo año, es instalado en la fachada principal de la parroquia el primer azulejo con la imagen del Señor, realizado por Juan Ruiz de Luna Rojas. En este periodo también se modifica el recorrido procesional, que en lugar de ir hasta la plaza de San Pedro, recorre las zonas más próximas a la feligresía de la Concepción. Es entonces cuando comienza a procesionar la hermandad por calles tan tradicionales hoy día como Valencia, Tendaleras, Doce de Octubre y Marina, manteniéndose este recorrido hasta los años setenta del pasado siglo XX.
La hermandad no hace Estación de Penitencia entre los años 1932 y 1934 debido a la situación política, celebrándose en su lugar un Vía+Crucis el Viernes Santo en el interior de la Iglesia
Tras perder a sus titulares y la práctica totalidad de su patrimonio, comienzan unas décadas de recuperación tras el conflicto bélico
El triste 20 de julio de 1936 la iglesia es incendiada y destruida completamente, perdiendo la hermandad sus titulares a la par que casi todos sus enseres, pues el almacén donde se guardaban se encontraba en unas dependencias de San Vicente de Paúl, que también fue incendiado. Tan sólo se salvaron los que estaban en casas particulares como el palio, las dos coronas que por entonces tenía la Virgen, unas potencias de plata del Señor y la corona de espinas. También se salvaron algunas actas, un libro de cuentas y alguna correspondencia.
En 1937, al mismo tiempo que la hermandad se recupera, se va gestando en su seno una nueva hermandad, la de la Soledad, o mejor dicho por entonces la advocación de la Amargura en su Soledad, ligada a la del Nazareno desde 1937 hasta su definitiva segregación en 1944. Al no haberse bendecido la nueva imagen del Señor, el Viernes Santo de 1937, la hermandad procesiona con un sencillo paso de escayola en el que se entronizó un cuadro, reproducción de la antigua imagen del Señor realizado por el pintor jerezano Juan Padilla.
A causa de la carencia de telas los hermanos no vistieron la túnica, pues las que había en su mayoría eran propiedad de la hermandad y habían desaparecido en el incendio de la iglesia. De este modo, los hermanos hicieron la Estación de Penitencia vestidos de calle con un escapulario con los colores de la Hermandad, conservando la hermandad algunos de ellos. En éste mismo año, el 21 de julio en la iglesia de la Milagrosa, sede provisional de la parroquia, se bendice la nueva imagen de la Virgen de la Amargura, obra de Ramón Chaveli, donada por D. Antonio Herrero de los Reyes. Al año siguiente, el 19 de marzo y en el atrio de la Concepción aún sin reconstruir, se bendice la nueva imagen del Señor también del mismo autor y donada por el mismo hermano. Al finalizar el acto es llevada en procesión hacia la Milagrosa.
El 23 de noviembre de 1939, las imágenes son trasladadas a la capilla en la parroquia ya restaurada, cuya reconstrucción fue costeada íntegramente a expensas de la hermandad, procediéndose tres días después a la bendición de la iglesia
En este mismo año, según consta en la hermandad, Tomás Chaveli realiza la nueva imagen de San Juan Evangelista. En 1940 Manuel Gómez Basilio realiza un nuevo paso para el Señor. También en este año se encarga la nueva imagen del cirineo a Ramón Chaveli, que acompañaría al Nazareno hasta el año 2000, en que sería sustituido por una nueva obra de Elías Rodríguez Picón.
A finales del año siguiente, el 29 de diciembre, la hermandad celebra Misa cantada en sufragio por el Conde de Barbate. Tanto él como su esposa estuvieron muy ligados a la hermandad por aquella época, llegando a ostentar el título de Hermanos Mayores Honorarios.
El 19 de abril de 1950 la capilla sufre un incendio fortuito y la imagen del Nazareno es destruida, mientras que las de la Virgen de la Amargura y la de San Juan no sufren daños considerables
La Hermandad afronta unas décadas difíciles para toda la Semana Santa de Huelva
Este triste suceso conlleva que se tenga realizar una nueva imagen del Señor, que se encarga a Sebastián Santos, bendiciéndose el 31 de octubre del mismo año. También serían restauradas por el mismo autor las imágenes de la Virgen y del discípulo.
En 1951 el Padre Laraña, que durante años predica al Señor, se decide a fundar el comedor Virgen de la Cinta tras el Quinario de ese año. Dicha entidad surge en gran medida de la colaboración de la hermandad. El comedor fue visitado en 1954 por el obispo D. Pedro Cantero, recién llegado a la nueva Diócesis, tras presidir la Función de la hermandad. Muchos años después, el 21 de octubre de 1994, el venerable Padre Laraña recibió el nombramiento de hermano honorario y se le impuso la medalla de oro de la hermandad. Con posterioridad, en 1997, el ayuntamiento lo nombraría hijo adoptivo de Huelva.
En el año 1953 el Señor estrena unas nuevas andas, aún sin dorar, realizadas en el taller de Miguel Hierro, en las que intervino José García Páez. El año siguiente estrenaría los faroles de Jesús Domínguez y los arcángeles de Ortega Bru. En dicho paso procesionó el Nazareno hasta que en la Semana Santa del 2003 se estrenara el nuevo, obra de los Hermanos Caballero.
El 11 de mayo de 1957 fallece D. José Manuel Romero Bernal, párroco de la Concepción desde 1939. Este sacerdote tuvo una gran vinculación con la cofradía llegando a sufragar los gastos del altar de mármol que se instaló en la reforma de la capilla que finalizó en 1958. La capilla vuelve a sufrir otra reforma en 1975. Con tal motivo se encarga una nueva peana y varias guirnaldas a Juan Borrero, se reforman los camarines laterales para la Virgen y San Juan, luciendo de esta forma como hasta el año 2007 en que, tras el cierre de la Parroquia, vuelve a abrir con el aspecto actual.
En 1977 la cofradía modifica su recorrido pasando por primera vez por el Convento de las Hermanas de la Cruz, donde el año siguiente en su fachada principal se instalaron sendos azulejos del Nazareno y de la Amargura. Al mismo tiempo se nombraron a las Hermanas de la Cruz camaristas de la Virgen. Ese mismo año el Señor tuvo su primera cuadrilla de hermanos costaleros.
El 21 de marzo de 1980 tiene lugar el primer Via+Crucis cuaresmal del Consejo de Hermandades y Cofradías de Huelva con su nuevo formato, siendo designada la imagen del Nazareno para la celebración del mismo. El recorrido llegó hasta la Merced y fue presidido por el entonces obispo D. Rafael González Moralejo. Volvió a ser designada con el mismo motivo para el Via+Crucis del 2000, año Jubilar, 2005 y 2015.
Tras un periodo de dificultad, se inicia la eclosión de la Semana Santa onubense que llega hasta nuestros días
El 22 de octubre de 1983, dentro de los actos conmemorativos del cuarto centenario, la imagen del Nazareno sale en procesión extraordinaria
Durante el recorrido y, a las puertas del Ayuntamiento, el por entonces alcalde de la ciudad, D. José Antonio Marín Rite, hace entrega de la primera Medalla de Oro de la ciudad de Huelva, distinción que todavía no estaba instituída. Al mismo tiempo, el Señor es nombrado Concejal Perpetuo de Huelva, siendo Alcaldesa Perpetua la Virgen de la Cinta.
En 1987 se creó la Agrupación Musical “Nuestro Padre Jesús Nazareno”, bajo la dirección de Alfonso Raggio González que con posterioridad, a mediados de los años noventa, pasaría a ser Banda de Cornetas y Tambores. También en este año la Hermandad del Nazareno recibe la primera medalla de oro de la Hermandad de la Soledad con motivo del cincuentenario de la primera salida procesional de su Imagen Titular.
Debido a la relación de la hermandad con Marcelo Espínola y con la comunidad de la Esclavas, ésta hace entrega el 25 de marzo de 1988 de una Reliquia del Beato, procesionando a los pies del Señor. Al año siguiente, el 22 de noviembre en Cabildo General, se nombra a la Congregación de las Esclavas del Divino Corazón como camaristas del Nazareno.
La hermandad recibió en la Cuaresma de 1994 la reliquia de San Antonio María Claret, ofrecida por la comunidad de los Claretianos y, en el año 2003 el paso de María Santísima de la Amargura porta por primera vez las reliquias de Santa Ángela y de San Manuel González. En 1995, el por entonces párroco de la Purísima, D. Carlos Núñez Vega, escribe el nuevo Quinario a Jesús Nazareno.
El 21 de febrero de 1997, con motivo del bicentenario de la agregación a la hermandad del Nazareno de Sevilla, se celebró un memorable Via+Crucis con la imagen del Nazareno y para tal ocasión vino una representación del Silencio. Durante el recorrido se visitó a la Hermanas de la Cruz y el Señor entró en la Iglesia de la Esperanza, entregándose la carta de adhesión a la Coronación de la Virgen.
El prolongado cierre de la Parroquia de la Purísima Concepción marcó el cambio de milenio para la cofradía
El 4 de febrero de 1999 se procede al cierre de la Concepción debido al mal estado en que las obras de un edificio colindante han dejado la fábrica de la Parroquia. Nuestros Titulares son trasladados a la casa hermandad en la calle Rascón, que fue sede provisional de la parroquia durante un tiempo y donde residirán y se les dará culto a las imágenes hasta noviembre del 2007, año en que se procedió a la reapertura de la Parroquia. Durante todo este período, y gracias a la inestimable ayuda de la Hermandad de San Francisco, los cultos a Nuestro Padre Jesús Nazareno se celebran en la iglesia de Santa María de la Esperanza y la salida de la cofradía se realiza desde allí. Se estrechan aún más los lazos entre ambas corporaciones, de forma que el 5 de marzo de 2005, se hace entrega de la Medalla de Oro de nuestra Hermandad a la de San Francisco. El 23 de febrero de 2006 la Hermandad de la Esperanza en Cabildo Extraordinario decide conceder al Señor su máxima distinción, la Medalla de Oro de la Hermandad de San Francisco, siéndole impuesta el 20 de marzo del mismo año. También en dicho año S.A.R el Príncipe de Asturias acepta el nombramiento de Hermano Mayor Honorario.
El 9 de abril de 1999, y por acuerdo municipal, una parte de la calle Plus Ultra, situada en el corazón de la ciudad y de la feligresía, pasa a denominarse “Jesús Nazareno”. El Señor pasa con tal ocasión por primera vez por dicha calle a su regreso a la casa de hermandad tras la misa de despedida en la Iglesia de la Esperanza. En enero de 2009 se concedería también a la zona final de la calle Rascón la denominación de Nuestra Señora de la Amargura.
El 13 de marzo del 2000, la sagrada imagen del Nazareno presidió el Via+Crucis oficial del Consejo de Hermandades con motivo del nuevo milenio
Presidió dicho acto el señor obispo, D. Ignacio Noguer Carmona. En éste mismo año la hermandad amadrinó la bendición del Cristo de la Redención celebrada en la capilla del Asilo de Santa Teresa Jornet, y el 17 de marzo de 2005, la hermandad amadrina la bendición del Cristo de la Providencia de la Santa Cruz.
Con la reapertura de la Parroquia de la Concepción llega una etapa de normalización de la hermandad
En noviembre de 2007 la Parroquia de la Purísima Concepción reabre al culto, regresando así nuestros titulares al templo
El domingo 14 de diciembre de 2008, se celebra la Pontifical con motivo del 425 aniversario de la fundación, presidida por el señor obispo de Huelva D. José Vilaplana Blasco. Éste hace entrega de una reliquia de la Santa Cruz, procedente de la de Santo Toribio de Liébana.
S.M. el Rey D. Juan Carlos I, el 24 de marzo de 2011, concede el título de Real a nuestra corporación y el 21 de febrero de 2012 S.M. la Reina acepta la petición del nombramiento como Camarista de Honor.
El 25 de abril de 2013, en Cabildo de Oficiales de Gobierno, se concede la distinción de Hermano Mayor Honorario al Cuerpo de Policía del Ayuntamiento de Huelva y, en recuerdo de ello, anualmente se celebra una eucaristía y ofrenda floral al Señor, como renovación del voto y protección al cuerpo municipal. Dicho nombramiento se hizo efectivo el 25 de octubre de dicho año.
Como ya hemos comentado, el 2 de marzo de 2015, el Señor presidió el Vía Crucis oficial del Consejo. El acto tuvo lugar en la plaza de San Pedro, en recuerdo del Sermón del Viernes Santo que la Hermandad celebraba desde su fundación, en el siglo XVI y hasta finales del XIX. Con el máximo recogimiento, numerosas personas participaron en el rezo del Vía Crucis y acompañaron al Señor en los recorridos de ida y vuelta.
En ese mismo año, en Cabildo General Extraordinario, se aprueban las nuevas reglas, el nuevo título de la hermandad y se incorpora a San Francisco de Paula como titular, lo que sería autorizado el 16 de septiembre del año siguiente. También se concede por unanimidad la concesión de la Medalla de Oro de la Hermandad a la Orden de los Mínimos, en memoria del origen fundacional de nuestra corporación. La imagen del Santo se bendice el 2 de abril de 2017 para ser venerada en la capilla de la hermandad.
El 12 de febrero de 2016, D. Pedro Rodríguez González, antiguo alcalde de la ciudad, dona al Señor el bastón que ostentó durante el tiempo que estuvo en su cargo. En septiembre de este mismo año, con motivo del año de la Misericordia, el Señor participa en la procesión Magna que tuvo lugar y en los días previos a este acto se realizó un devotísimo besamano a la sagrada imagen del Señor.
En el besapié celebrado el primer viernes de marzo de 2019, el Señor estrenaría una túnica bordada, ofrecida por un numeroso grupo de hermanos y devotos. La obra, diseñada por D. Jesús Rosado Borja y realizada en su taller de Écija, colmaba el anhelo de muchos y venía a engrandecer el patrimonio de la hermandad. En mayo de 2020 la Hermandad de Emigrantes, dentro de los actos de su cincuentenario fundacional, entrega la medalla de oro a la Amargura como Hermana Mayor Honoraria.
La coronación canónica de nuestra titular marca la historia de los últimos años de nuestra hermandad
En agosto del año 2020 se solicita el inicio del proceso de Coronación de María Santísima de la Amargura
Se hace durante una entrevista con el señor obispo. El hermano mayor, Marcos de la Corte, acompañado por los cuatro hermanos mayores precedentes realiza esta petición a D. Santiago. Durante esa misma entrevista, el obispo entrega a la Hermandad la reliquia de San Juan Pablo II, facilitada por el que fuera secretario personal del Papa en Cracovia, el cardenal Stanislaw Dziwisz. Ya en octubre de ese mismo año llega la carta del decreto de inicio del proceso de Coronación.
Una vez iniciado el proceso son incesantes las adhesiones que van llegando, fundamentalmente de hermandades pero también de entidades religiosas y civiles. Además se inicia una campaña de recogida de firmas de particulares.
A principios de 2021, el 12 de enero, se celebra una reunión con el obispo D. Santiago donde se le da a conocer la Obra Social “Jesús Nazareno” y, a finales de febrero, tiene lugar en el salón de plenos del Ayuntamiento la presentación del manto procesional de María Santísima de la Amargura que, con diseño de Rafael de Rueda, se realizó en el taller de Jesús Rosado en Écija. Se bendice el 25 de marzo, festividad de la Anunciación de la Virgen, en la Iglesia de la Concepción. Inmersa la hermandad en los preparativos de la Coronación, se van sucediendo infinidad de actividades, cultos, reuniones, conferencias y preparativos de la obra social.
El 25 de marzo de 2022 se promulga el Decreto de Coronación de la Virgen de la Amargura
El 8 de abril, día del traslado del Señor al paso, se hace público el nombramiento de los padrinos de la Coronación: el Ilmo. Sr. Alcalde de la ciudad en representación del pueblo de Huelva, y la Hermandad de Nuestra Señora de la Cinta, Patrona y Alcaldesa Perpetua de Huelva.
El 30 de septiembre, dentro de los actos preparatorios de la Coronación, se traslada la Amargura a las Hermanas de la Cruz. A las doce de la mañana del día siguiente tiene lugar el rezo del Ángelus ante la imagen de la Virgen y por la tarde se procede al traslado de la sagrada imagen hasta la iglesia de Santa María de la Esperanza, donde permanecería hasta el día 7 de octubre. Estos días fueron de una gran intensidad. El día 4 se celebró la Función en honor de San Francisco de Asís, titular de la Hermandad de la Esperanza y el 6 se celebró función religiosa, en la víspera de la Virgen del Rosario, concelebrada por el clero de las parroquias de Estrella del Mar y de la Concepción. Ese mismo día tuvo lugar el acto de ratificación de la Carta de Hermandad suscrita en su día entre las corporaciones del Nazareno y la Esperanza. El día 5 el Consejo de Hermandades de la ciudad de Huelva, en manos de su presidente, impone su medalla de oro a la Amargura.
En la víspera del día de la Virgen del Rosario, antes de regresar, la Hermandad de la Esperanza entregó un relicario de su titular a nuestra hermandad. Para la gloriosa procesión del día 7 de octubre, la Santísima Virgen iba entronizada en el paso de la Virgen del Reposo; patrona de Valverde del Camino, procesionando por algunas de las calles más populares de la cofradía y que no podría recorrer el día de la coronación.
Como acto penitencial preparatorio de la Coronación, el 10 de marzo se celebró un Solemne y multitudinario Viacrucis extraordinario con la sagrada imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que se rezó hasta el convento de las Hermanas de la Cruz, visitando el Señor la iglesia de Santa María de la Esperanza.
El alcalde, D. Gabriel Cruz Santana, impuso el día 3 de mayo la Medalla de la Ciudad de Huelva a la Virgen de la Amargura
Para mostrar la historia de la Hermandad y su patrimonio, junto con las ofrendas recibidas por la Virgen y el Señor con motivo de la Coronación, se celebró en la Casa Colón y en colaboración con el Ayuntamiento y la Fundación Cajasol, una exposición antológica de la Hermandad, bajo el título de “Cor Nazarenrum”entre el 13 y el 25 de mayo.
Dos semanas antes de la Coronación se celebró el pregón. El encargado de realziarlo fue D. Manuel Marín de Vicente-Tutor, periodista natural de Huelva cuya familia está muy vinculada a la cofradía y que ya había pronunciado el pregón de la Semana Santa de Huelva en 2017. En el mismo acto, la coral y la orquesta de la Coronación dirigida por Sergio Lazo interpretaron por primera vez el Himno de la Coronación, con letra de Rafael Lopera y música de Marco Frisina, sacerdote, maestro de capilla de la Catedral de Roma y rector de la Basílica de Santa Cecilia en Trastevere.
El Triduo de Coronación se celebró entre el 9 y el 11 de mayo, predicando el primer día el obispo emérito D. José Vilaplana Blasco, y el resto de los días Fray Juan Franco Pérez, Vicario Parroquial de la de Nuestra Señora de la O de Sanlúcar de Barrameda.
Llegado el día 17 de junio, tuvo lugar la misa estacional de la Coronación de María Santísima de la Amargura, presidida por el señor obispo D. Santiago Gómez Sierra. El acto tuvo lugar en la Placeta, corazón de la ciudad de Huelva y lugar emblemático para la Hermandad, con una calle Plus Ultra y Méndez Núñez abarrotada de fieles que siguieron la celebración con máximo respeto y devoción. Era el culmen a todo un proceso en el que la Hermandad del Nazareno quiso volcar el amor y la devoción que sus hermanos y devotos tienen a sus sagrados titulares. Es un hecho que quedará en la memoria de todos los que la presenciaron y que no se considera el fin de nada sino el impulso para una renovación de nuestra Cofradía y que deja su testigo en la obra social “Educar para crecer”, en colaboración con Cáritas, y en la que la Hermandad vuelca su interés por los demás, en este caso los más jóvenes de nuestra sociedad.