Ntro. Padre Jesús Nazareno

“El Maestro carga con su Cruz. Con nuestra cruz. Sobre sus hombros lleva nuestras culpas. Le aplasta el peso de toda nuestra maldad. A sus ya escasas fuerzas tiene que sumar todo su Poder de Dios. El sólo lleva nuestra cruz.

Nadie quiere aliviarle de tan pesada carga. Simón de Cirene ni lo esperaba. Volvía del campo después de su trabajo y se tropezaron con él. Sin preguntarle siquiera, cargan sus hombros con la Cruz. Le obligan. La lleva a la fuerza.”

La Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno data de 1950 y es obra de Sebastián Santos Rojas, se bendijo el 31 de noviembre de dicho año. La talla, encargada al insigne escultor de Higuera de la Sierra, es sustitución de una anterior ejecutada por Ramón Chaveli y que desapareció en un incendio fortuito el 19 de abril de 1950.

Se trata de una talla en madera de ciprés que evoca la imaginería del siglo XVII y que según el hijo del autor, Sebastián Santos Calero, “se encuentra entre sus mejores obras”. Según descripción del mismo “La cabeza, de un exquisito modelado, nos transporta a la mejor imaginería del siglo XVII. El escultor asimila y hace suyas las características más importantes de los grandes maestros de la imaginería sevillana. Presenta el rostro del Nazareno unas correctas proporciones, la nariz aguileña y el ligero fruncimiento de las están modeladas sin incurrir en la exageración. Los ojos de gran expresividad dirigen su mirada pensativa hacia el suelo. Un aire de romanticismo envuelve esta hermosa cabeza.

Sus manos sujetan delicadamente la cruz y son, como todas las obras de este artista, de un minucioso estudio anatómico. La figura inclinada por el peso del madero que descansa en su hombro, adelanta el pie izquierdo dejando caer todo el esfuerzo en el derecho, siendo tallados con minuciosidad, gran corrección del dibujo y modelado. Sobre la encarnación muy tostada pinta los derrames de sangre sin estridencia, basándose en los conocimientos sobre la Pasión de Cristo…”.

Con posterioridad ha sido restaurada en dos ocasiones, la primera en 1993 por el alosnero D. José Pérez Conde, en la que se sustituyeron las articulaciones y se restauró la policromía de las manos y los pies y la segunda entre 2005 y 2006, llevada a cabo por D. Enrique Gutiérrez Carrasquilla, en la que se consolidó imagen, se le incorporó una nueva peana, se le ´realizaron nuevos brazos articulados y se le modificó el sistema de sujeción de la cruz al hombro. Se le realizaron también trabajos de limpieza y reintegración de la policromía.

Con anterioridad han existido otras dos imágenes del Nazareno La primera era una obra anónima atribuida por algunos a Martínez Montañés, pero con características diferentes a la escuela de dicho autor, parece más bien de la escuela de Roldán. Se trataba de una imagen que a lo largo del tiempo sufrió varias modificaciones estéticas, desde el uso de cabellera natural, hecho del que se conserva alguna imagen, hasta las dos reformas a que fue sometida en 1921, la primera de ellas por Roldán y la segunda, al no haber gustado a los devotos el resultado de la misma, por el taller de Carlos González. Al año siguiente sufrió una nueva pues la Imagen se vio afectada por los Xilófagos.

Según nuestro hermano D. Francisco Javier González ésta primitiva Imagen respecto a sus características morfológicas es descrita así “…se trata de una lograda escultura de vestir que ofrecía un aspecto dramático, manifestando a su vez una pose bastante erguida con respecto a lo acostumbrado en este tipo de esculturas, identificándose por la peculiar disposición de sus brazos asidos al Madero, con el izquierdo muy por encima del derecho. Sus manos eran bastante carnosas con dedos cortos, a la vez que su bondadoso rostro, perfectamente despejado, se enmarca por una larga cabellera de lisos mechones y poblada barba bífida, dejando a un tiempo limpio el mentón”. Es esta representación del Nazareno la que sirvió de modelo para pintar el azulejo de la fachada de la Concepción, realizado en Talavera de la Reina en 1927.

Al desaparecer ésta imagen en 1936, la Hermandad encargó otra al escultor levantino Ramón Chaveli Carreres, que ya había tallado la de la Amargura en el año anterior. Esta imagen del Nazareno fue bendecida el 20 de marzo de 1938 en el pórtico de la Concepción por D. José Romero Bernal, que por muchos años fue Director Espiritual de la Hermandad, asistido por los presbíteros Antonio Perez Reyna y Marcos Vela. Ya en la semana Santa de este año procesionó dicha Imagen en un paso provisional.

Cuando se encarga esta Imagen, la Hermandad pide que reproduzca en algo a la primitiva, por ello el estilo dista algo del habitual del autor. Aunque semeje algo a la primitiva, esta nueva tiene una mayor envergadura y tanto la talla del pelo como la barba y las manos son algo más delicadas que en la anterior.

Sucede que, en 1937, la Estación de Penitencia la realiza la Hermandad con una representación pictórica de la primitiva Imagen que fue portada sobre unas andas rudimentarias. Dicho cuadro, realizado por el pintor jerezano Padilla Lara, fue una donación de D. Antonio Herero de los Reyes, el cual también donaría las imágenes del Nazareno, La Amargura y de San Juan. Esta representación fue ofrecida de nuevo al donante en el mismo acto de bendición de la nueva imagen, hoy día se encuentra en el domicilio particular de sus descendientes en el Puerto de Santamaría.